sábado, 16 de abril de 2011
PARA VOS.........QUE YA NO SABES QUE DECIRME...NI DECIRTE..........
ACTO DE CONSTRICCIÓN
de Hugo Finkelstein,
Acto de contricción
Sí, lo confieso.
Mentí, engañe, defraudé.
Juré que no entendía, cuando no lo quise saber.
Que no sabía, cuando no quería recordar.
Que no recordaba cuando quería olvidar.
Que lo había olvidado, cuando no lo quise decir.
Todo lo caoticé.
Diciendo lo que no sentía, sintiendo lo que no decía, haciendo lo que no pensaba, pensando en lo que no hacía.
Por miedo a ser abandonado, es que abandoné.
Por miedo a la pobreza, no gané dinero y también por mezquindad.
Grité ¡te amo!, por te odio y ¡te odio!, por te amo.
Hice cosas en las que no creía por miedo y por vergüenza, por piedad, por impiedad, por el placer de halagar, por fastidio y por pereza.
Por no sentirme menos, solía irme.
Por no sentirme tan sólo, sabía quedarme.
Así jamás escuchaba cuando más claro me hablaban.
Todo una gran mentira, puro invento.
Ni conforme, ni contento, ni triunfante ni feliz.
Pero no puedes decir que se me nota.
¡Escúchame reír!
¡Ay! Cómo me duele el alma, ¡que infeliz!
¿Qué yo dije que me duele el alma?
¡Dije que soy muy feliz!
Para que me quieran, para que no me crean loco, para que no me echen, siempre engañe.
Porque, o mentía… o callaba.
O moría… o me mataban.
Con sólo decir LA VERDAD, no importa lo que me pasase,
pude sentirme digno de mí .
(Hugo Finkelstein)
Sí, lo confieso.
Mentí, engañe, defraudé.
Juré que no entendía, cuando no lo quise saber.
Que no sabía, cuando no quería recordar.
Que no recordaba cuando quería olvidar.
Que lo había olvidado, cuando no lo quise decir.
Todo lo caoticé.
Diciendo lo que no sentía, sintiendo lo que no decía, haciendo lo que no pensaba, pensando en lo que no hacía.
Por miedo a ser abandonado, es que abandoné.
Por miedo a la pobreza, no gané dinero y también por mezquindad.
Grité ¡te amo!, por te odio y ¡te odio!, por te amo.
Hice cosas en las que no creía por miedo y por vergüenza, por piedad, por impiedad, por el placer de halagar, por fastidio y por pereza.
Por no sentirme menos, solía irme.
Por no sentirme tan sólo, sabía quedarme.
Así jamás escuchaba cuando más claro me hablaban.
Todo una gran mentira, puro invento.
Ni conforme, ni contento, ni triunfante ni feliz.
Pero no puedes decir que se me nota.
¡Escúchame reír!
¡Ay! Cómo me duele el alma, ¡que infeliz!
¿Qué yo dije que me duele el alma?
¡Dije que soy muy feliz!
Para que me quieran, para que no me crean loco, para que no me echen, siempre engañe.
Porque, o mentía… o callaba.
O moría… o me mataban.
Con sólo decir LA VERDAD, no importa lo que me pasase,
pude sentirme digno de mí .
(Hugo Finkelstein)
SI ALGUN DIA PODES DECIR LA VERDAD, TOCA LA PUERTA DE MI CASA
Hugo Finkelstein-otro regalo por 100 años
-Me he separado y he decidido volver a mi casa solamente por mis hijos.
- Quien vuelve a su casa “solamente por los hijos” vuelve a irse de la casa, pero con un hijo más.
- Quien vuelve a su casa “solamente por los hijos” vuelve a irse de la casa, pero con un hijo más.
(Hugo Finkelstein).
Me gusto este post en face de hugo finkelstein, pues no hay nada peor para los hijos que los padres no se separen, son victimas de un hogar, sin amor, de una pareja, que no es pareja, y de la cobardia de poder decidir cada uno por su felicidad.
gracias hugo, tus post, que me los regalaste por 100 , son maravillosos
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