FRIDA Y DIEGO UNA RELACION SIGNADA POR LA GRAN PASION

FRIDA:."He sufrido dos grandes accidentes en mi vida: uno fue en autobús, y el otro Diego".

La vida de la mi amada Frida, impresionante pintora mexicana, estuvo marcada por el sufrimiento físico que comenzó con la poliomielitis que contrajo en su infancia (1913) y continuó con diversas enfermedades. Nació en Coyoacán, México, donde hoy sigue impregnando el aire con su aroma y energía. Podría ir una y otra vez a la Casa Azul de Coyoacán, recorrer sus pasos con calidez y zozobra, reimaginar su vida, guardar silencio observando su cuarto y enseres domésticos, respirar el aire que rodeaba su vida, como si mágicamente esta mujer se metiera en mi alma para impresionarme una y otra vez.
Rebelde, creativa, libertaria y provocadora, se autodefinía como comunista - marxista, leninista, trockista- es mundialmente conocida por sus autorretratos : "Me pinto a mi misma porque estoy a menudo sola, y porque soy la persona a la que mejor conozco."
En 1925, regresando de la escuela en autobús, padeció un trágico accidente, que le dejó secuelas para el resto de su vida. Se partió la columna vertebral, la clavícula, varias costillas, la pelvis, y se fracturó una pierna en once lugares distintos.
Estando de reposo absoluto tras el accidente, y casi como única actividad posible, empezó a pintar. Este pasatiempo momentáneo pasaría a ser una de las pasiones de su vida. "Yo pinto mi propia realidad, Lo único que sé, es que pinto porque lo necesito, y pinto lo que se me ocurre, sin más consideraciones."
Le hicieron unas treinta operaciones, entre varios abortos. Se retrató a si misma en reiteradas oportunidades con un collar de espinas, clavos, o con cortes en el cuerpo que expresaban su inmenso dolor: "Mi pintura lleva un mensaje de dolor. Ha completado toda mi vida."
Vivió un matrimonio de amor apasionado con el gran muralista mexicano Diego Rivera. Los surcaron historias de amor y desamor, rupturas, divorcios, recasamientos, con todo, supieron incendiarse mutuamente, tocar la fibra más íntima uno/a del otro/a."He sufrido dos grandes accidentes en mi vida: uno fue en autobús, y el otro Diego".
Justamente fue idea de Diego que vistiera con ropas tradicionales mexicanas, que junto con sus cejas pobladas, y bigote, llegarían a ser su símbolo.
Aunque no había tenido contactos previos con la pintura surrealista, se la identifica como exponente del surrealismo mexicano. Andre Bretón, y Marcel Duchamps, colaborarían para que Frida exponga algunos de sus cuadros en Los Estados Unidos y Europa. En 1943 fue nombrada profesora de pintura en La Esmeralda, La Escuela de Bellas Artes del Ministerio de Educación.
En la última, y única exposición que la artista pudo realizar en su país, Frida logró escandalizar una vez más a la pacata sociedad mexicana de los 50. Gravemente enferma, hizo que la llevaran a la exposición en la Galería de Arte Contemporáneo, en su propia cama. En medio de la sala, acostada tal como le indicara su médico personal, hizo sociales y entretuvo al público con emoción profunda. A la prensa le dijo: "Yo no estoy enferma. Estoy rota" La exposición fue todo un éxito.
El culto a Frida no solo sigue vigente, como lo demuestra la reciente muestra en Alemania y la gira europea, sino que se ha creado el "Kahloismo", una especie de religión que considera a Frida una Diosa.
Su vida expresa espíritu de lucha, la fuerza ideológica que siempre la acompañó y su pasión por vivir. En uno de sus últimos cuadros aparece esa Frida vital, bellísimas frutas de fuertes colores son cruzadas con un estandarte que reza: "Qué bonita es la vida, cuando nos da de sus riquezas!"